Primer día del mes de julio, mi ventana abierta
saluda los cálidos rayos de sol quienes entran cual
saetas, fundiéndose en las blancas casas de la Valle de Albaida, abierta hacia el
Mediterraneo. En el corazón de este mar un sepulcro: San Pedro y unidos a la
Silla del Príncipe de los Apóstoles nuestra Iglesia sigue peregrinando.
El Arzobispo
de Valencia se reunió el jueves 21, en Alfafar con los sacerdotes del Arciprestazgo “Mare de
Deu del Do” y en el Seminario Menor de Xàtiva con el Rector, Formadores y
Seminaristas; el sábado 23, en Santa María de
Ontinyent, ante la Virgen de los Desamparados Peregrina presidió la
Vigilia Eucarística en la que participaron miembros de la Adoración Nocturna.
Cientos de niños y niñas se acercaron a quienes son el corazón de la Iglesia, las religiosas
contemplativas, participando en la ofrenda de cañas en honor a San Cristóbal,
en el Monasterio de las Canonesas de Valencia, siguiendo una tradición que se
remonta a 1391.
La caridad es la expresión del amor de la Iglesia
que abre sus ventanas a los más necesitados. Así el Mercado Central entregó a
la Casa de la Caridad de Valencia 2000 kilos de alimentos, fruto de la colecta
realizada con motivo de la festividad de la Virgen de los Desamparados. En
favor de las personas necesitadas Vicente Verdú partió a pie la pasada semana
desde la Puerta de los Apóstoles de Valencia hasta el Portico de la Gloria de
Santiago, siguiendo el “Camino de Levante”.
Abro la ventana de internet, a través de la webcam
contemplo la Plaza de San Pedro, cielo azul de una ciudad abierta a Dios y al
mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario