jueves, 1 de diciembre de 2016

23. 8 de agosto de 2012


Es en la noche cuando se abre mi ventana y escucha el hablar del vecindario, sentado a la puerta, compartiendo “la fresca”.

Desde ella contemplo a las Trinitarias iniciando el día 1  el Capítulo General en el Santuario de Montiel (Benaguasil) y a la Universidad Católica de Valencia inaugurando el 30 de Julio los Cursos de Verano en Santander.

Para muchos las vacaciones son días para los demás. Así lo siguen viviendo los cientos de jóvenes educadores y monitores en los campamentos de la Iglesia. Del mismo modo la religiosa franciscana de la Inmaculada ayuda a los internos sordos de la cárcel de Picasent. Encuentro con Cristo crucificado en la cárcel y en África, donde las Terciarias Capuchinas han abierto en Bata (Guinea Ecuatorial) un hogar juvenil y merced a la ayuda de las parroquias de  Palma de Gandía, Bellreguard y Ador Manos Unidas ha impulsado la ampliación de una biblioteca en Argelia.

Para todos,  días de celebrar a los patronos. Así la parroquia situada en el más bello paisaje y pintoresco de la Archidiócesis, en la Albufera, ha celebrado al Cristo; cerca de allí en Sueca cientos de personas participaron en la romería a los “Santos de la Piedra” Abdón y Senen; Albal, Señera, Quartell, Borbotó, Palma de Gandía y Castells de Castells a Santa Ana; y Xàbia a Nuestra Señora de los Ángeles con una misa presidida por el Sr. Arzobispo. Otro obispo, valenciano, ha sido protagonista en las últimas semanas: Monseñor Jesús Murgui, quien ha sido nombrado por el Papa Obispo de Orihuela-Alicante.

Y mi ventana se cierra esta noche de agosto, al entornar las puertas lo hace con tristeza, al sentir el dolor de sus hermanas, las de los cuatro centros de niños discapacitados psíquicos. Ellas permanecerán cerradas durante el mes de agosto y con la incertidumbre de no saber si podrán abrir en septiembre, debido a  la cantidad adeudada por la Generalitat Valenciana. Quien conoce la labor realizada por el sacerdote valenciano, el Padre Vicente Aparicio y los voluntarios en ASPADIS, no puede más que sentir una gran tristeza.

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