Los cristales de la ventana ofrecen el bello mosaico
del morado, blanco, rojo, verde y azul, iluminados por la luz de Cristo.
En la memoria la esperanza del Adviento encarnada en
el II Congreso Internacional de Pedagogia Amigoniana. Profesores de más de veinte
países reunidos en Valencia con el fin de abordar los retos de la inclusión
social y educativa de los jóvenes, guiados por el fundador, el Padre Luis
Amigó, cuyo retrato fue colocado en la Basílica el pasado jueves 15. Iglesia
que espera en los jóvenes y bendice nuevos centros educativos: el Colegio
Cumbres en Moncada y las nuevas instalaciones de la Facultad de Veterinaria de
la Universidad CEU en Alfara del Patriarca, ambos edificios bendecidos por el
Arzobispo de Valencia los días 14 y 15.
Como los pastores y los magos nuestra Iglesia sale
al encuentro de Cristo presente más allá de los muros de Occidente. El jueves
14 en el Centro Arrupe se celebró la
Asamblea Anual Diocesana de Manos Unidas, estudiándose los 17 proyectos del año
2013. Y los 145 voluntarios quienes en el Teléfono de la Esperanza escuchan a
quienes en las más de 7.000 llamadas recibidas buscan un corazón donde habitar
y ser escuchado.
Tiempo de conversión desde la contemplación del
misterio de Cristo crucificado, vivido por los sacerdotes de nuestra
Archidiócesis en las tres tandas de ejercicios impartidas por los obispos D.
Salvador Giménez y D. Agustín Cortés y por D. José Luis Sánchez en Xabia y
Gilet.
Y de mostrar a Cristo Resucitado, quien se acerca a
todo hombre y mujer para sanarlo de las heridas del pecado. Así con el fin de
mejorar el servicio del Sacramento de la Reconciliación el pasado 14 se reunió
presidido por el Arzobispo de Valencia, el Consejo del Presbiterio. Sacerdotes
testigos vivos del Resucitado, reunidos en la Parroquia de San Vicente Martir
con su pastor al día siguiente. Hombres de Dios que reciben el homenaje de la
sociedad, como D. José Climent quien recientemente ha sido distinguido por el
Ayuntamiento de Valencia con el titulo “Nostres Millors Majors”.
La ventana no se cierra, se abre a un nuevo
amanecer, un Año Litúrgico en el que Cristo seguirá dinamizando la vida de
nuestra Archidiócesis.
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