jueves, 1 de diciembre de 2016

34. 28 de octubre de 2012


Días de otoño. Abrir la ventana. Escuchar el canto de los pájaros. Contemplar el cielo gris fundido con las casas y altos edificios. Sentir la caricia de la brisa. Gestos sencillos que constituyen la sal de la vida, la razón para comenzar una jornada con gratitud hacia el Buen Dios.

Cotidianeidad vivida en el seno de nuestra Iglesia: la eucaristía de clausura de la VI Asamblea de las Hermandades del Trabajo presidida por el Arzobispo de Valencia el día 16 en Serra. La presentación del nuevo ciclo del IDR por parte del prelado en Algemesí, Ontinyent y Oliva, los días 15, 16 y 17, respectivamente.

El concierto benéfico homenaje al Beato Juan Pablo II, celebrado en el Colegio San José de Calasanz de Valencia, el día 21, con el fin de financiar la escultura en su honor. Las VII Jornadas de Acción Social organizadas por la Universidad Católica de Valencia a partir del jueves 18.

Momentos vividos en los pueblos como han sido la concesión por parte del Ayuntamiento de Lliria a Cáritas Interparroquial de la Medalla de la ciudad; la bendición de las imágenes de los cuatro apóstoles e inicio del Año de la Fe en Riba-roja del Turia el 14.La entrega a la Mare de Deu de la Salut de Algemesí de la Distinción al Mérito Cultural otorgada por la Generalitat el lunes 15. La presentación en la UCV el día 16 de la obra escrita por el Padre Paul, vicario de N.S. de Monteolivete (Valencia), natural de Honduras, “Gemidos del Ciervo Herido”, ganadora del Premio Mundial de Poesía Mística 2009.  La IV Carrera contra el hambre celebrada el pasado sábado 20 en Ontinyent.

Y las campanas del Miguelete conmemorando el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Campanas revoloteando, pasos taciturnos, silencio, griterío de los niños al comenzar la catequesis de comunión y las actividades de los Juniors, los movimientos juveniles, adolescentes conversando con su catequista en confirmación. Otoño, la vida sigue el camino marcado por el Creador. Breves instantes de felicidad en lo cotidiano, iluminados por la presencia del Amor que transforma lo cotidiano en intensos momentos de gozo.

 

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