Nos encontramos en Agosto. España se abre a los
pequeños pueblos, lugar de retorno de los hijos y nietos, de quienes un día
huyendo del hambre partieron hacia las grandes ciudades, y a las parroquias del Golfo de Valencia,
abierto al Mediterráneo cual gran ventanal. Valga unas palabras de acogida y
bienvenida a los lectores de las otras diócesis, quienes disfrutáis de unos
días de descanso iluminados por la luz de nuestro mar.
Bañadas por las aguas del Cantábrico, en Santander,
la Universidad Católica de Valencia celebró los cursos de verano. En ella
intervino, entre otros, el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y
la Discíplina de los Sacramentos, el
Cardenal Cañizares y el Arzobispo de Valencia D. Carlos Osoro.
En tierras cercanas cordial y geográficamente a
nuestra Diócesis, lugar de descanso de miles de valencianos, Teruel y
concretamente en Estercuel, los Mercedarios eligieron como Superior Provincial
a Florencio Roselló.
En el corazón de nuestra Archidiócesis, la Catedral
de Valencia, proyecta excavaciones para ampliar el Museo.
Días de fiestas patronales, entorno al día 6 de
Agosto, fecha que centra muchas de ellas especialmente dedicadas a la Virgen
María (5 de Agosto) los “Cristos” (día 6), Santo Domingo (7) y S. Lorenzo
(10). Así la Agencia del Arzobispado
AVAN informó sobre las fiestas en honor al Cristo de Corbera, la Virgen de las
Nieves en Beniganim.
Finalmente felicitamos a Algimia del Patriarca por
la proclamación canónica, en una ceremonia presidida por el Obispo Auxiliar D.
Enrique Benavent, el día 5 de sus patronos la Virgen de los Desamparados y S.
Vicente Ferrer.
Y la ventana sigue abierta. Desde ella contemplo el
paso de las gentes, en su caminar por los pueblos y ciudades bajo la mirada del
Buen Dios.
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