Pasados los días
santos y la “semana in albis”, los goznes de la ventana se abren taciturnamente
para poder contemplar en silencio la vida de la familia de Jesús en Valencia.
Algunos de ellos, doscientos fieles procedentes de Valencia y la Parroquia del
Espíritu Santo de Alberic, presididos
por el Sr. Arzobispo peregrinaron a Tierra Santa el día 9. Allí entregaron una
réplica del Santo Cáliz a la Custodia Franciscana de los Santos Lugares. Los
más jóvenes volvieron a reunirse con Jesucristo el viernes 13 en la Parroquia Jesús Obrero de
Sagunt.
Los cantos
juveniles se funden en mi ventana con las voces blancas de los niños
pertenecientes a los altares del Tossal, Ángel Custodio, Mercat, Xirivella,
Riba-roja del Turia,… En valenciano interpretaron “els Miracles de Sant
Vicent”, en las plazas y las calles de la ciudad y pueblos. Actos a los que se
sumaron los propios en los lugares
vicentinos, como son las ermitas dedicadas al santo en Lliria y Agullent,
puertas septentrional y meridional de la provincia.
Joven marianista
fue el Venerable Faustino Pérez Manglano, a quien Daniel Pajuelo le ha dedicado
un cuaderno destinado a la Enseñanza Secundaria.
Pero mi ventana no
se cierra sin sentir en el corazón una de las tradiciones más arraigadas en la
Iglesia de Valencia, desgraciadamente en peligro de desaparecer, “el combregar
de impedits” con el que la comunidad parroquial ha visitado
a los enfermos de los pueblos y ciudades, ofreciéndoles la comunión pascual y
mostrándoles la cercanía hacia quienes sufren.
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